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Así es el Ramadán

Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el mes en el que los musulmanes, por su fe y por sus creencias, practican el ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol.

La palabra ramadán también se usa en castellano para designar dicho ayuno, cuyo nombre en árabe es ṣawm. Cada año el mes en el que se celebra ramadán cambia en torno al mes lunar.

El ayuno en el mes de ramadán se realiza en las horas de sol; solamente se puede comer, tomar agua o tener relaciones sexuales antes del amanecer y después del atardecer.

El ramadán empieza con la aparición de la luna el último día del mes de shaabán (octavo mes en el calendario lunar islámico). Según prescribe un hadiz, profeta del islam, Mahoma: "Ayunad a su visión (ver la luna) y romped a su visión y si se os es oculta (la luna por causa atmosférica) concluid el mes de ramadán contando treinta días. Igualmente al comienzo del mes de ramadán se contarán treinta días de shaabán si no es visible el nacimiento de la luna".

El Ramadán del año 2017 comienza el 27 de mayo y finaliza el 25 de junio. Las fechas del calendario musulmán no coinciden todos los años con las fechas del calendario gregoriano, de uso occidental, dando la impresión de que el año musulmán se desplaza sobre el año cristiano.
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Fanous Ramadan
Linterna del folclore egipcio asociado con el Ramadán

El Mes del Ramadán

El calendario islámico es lunar. Los meses comienzan cuando es visible el primer cuarto creciente después de la luna nueva, es decir, un par de días después de ésta. El año en el calendario lunar es 11 días más corto que en el calendario solar, por lo que las fechas del calendario musulmán no coinciden todos los años con las fechas del calendario gregoriano, de uso occidental, dando la impresión de que el año musulmán se desplaza sobre el año cristiano.

Los pilares del ayuno del Ramadán

Los pilares del ayuno en el Islam, así en ramadán como en otros meses, son los siguientes:

1. Tener presente la intención. Debe estar presente en la mente y en el corazón antes del faŷr (inicio del tiempo de la primera oración del día) y puede ser dicha diariamente, o por todo el mes desde su inicio.

2. Tomar algo antes del salat, aunque sea un vaso de agua (sunna) y algo antes de la oración del anochecer, es decir, justo después de la puesta del sol.

3. Abstinencia de todo aquello que rompa el ayuno (bebida, comida o relaciones carnales, los cambios de ánimo exagerados) desde el alba hasta la puesta del sol.

4. Buscar un estado de paz que promueva el estado de conciencia divina.

Iftar

Ramadan Dinner 2005-11-07

El iftar se refiere a la comida nocturna con la que se rompe el ayuno diario durante el mes islámico del Ramadán. El iftar durante el Ramadán se hace de manera comunitaria, con grupos de musulmanes que se reúnen para romper el ayuno. El iftar tiene lugar justo después del maghrib (puesta de sol). Tradicionalmente, el primer alimento que se consume al romper el ayuno es un dátil.

"Suhoor", que se menciona también como Sehri, Sahari y Sahur en otros idiomas, consiste en una palabra empleada en el Islam para referirse a la comida consumida a primera hora de la mañana por los musulmanes antes de que exista luz del sol en el mes de Ramadán. La comida se ingiere antes de que el sol amanezca y antes de la oración matinal del fajr. El suhoor es una comida matinal similar al desayuno y es opuesta en el tiempo con el iftar que es la comida realizada por la tarde, durante el Ramadán.

Los pilares del islam

Son conocidos como pilares del islam los preceptos fundamentales de esta religión, obligatorios para todos los musulmanes, según la concepción suní. Son cinco: profesión de fe, oración, limosna, ayuno y peregrinación a La Meca.

La profesión de fe

La shahada o profesión de fe es el primero y más importante de los pilares del islam. Condensa lo esencial de la doctrina islámica en una breve frase "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta".

La profesión de fe propiamente dicha, es decir, la fórmula ritual mediante la que una persona profesa su adhesión al islam es una frase algo más larga, pronunciada siempre en árabe, que incluye la anterior y dice: "Doy fe de que no hay más divinidad que Dios y Mohammad es el mensajero de Dios".

Mediante esta fórmula el musulmán proclama la unidad y la unicidad divinas. La unidad, porque declara que hay una única divinidad. La unicidad, porque declara que dicha divinidad es esencialmente una, es decir, que no tiene asociadas otras figuras divinas. La unidad divina marca la distancia respecto al politeísmo, mayoritario en la Arabia preislámica pero presente para muchos musulmanes, mientras que el concepto de unicidad o tawhid, que es central en el islam, marca la distancia respecto a creencias como el de la Trinidad cristiana.

Esta afirmación acompaña a los musulmanes durante toda su vida. Se susurra al oído de los recién nacidos, y a los moribundos se les ayuda a pronunciarla. El dedo índice apuntando al cielo es el gesto que acompaña o incluso sustituye a la shahada.

La creencia sincera en la shahada basta para ser considerado musulmán. Su pronunciación ante testigos, tras una ablución, constituye todo el ritual necesario para convertirse al islam. Sin embargo, de acuerdo con la doctrina islámica, por sí sola no basta para conducir al creyente al Paraíso: para ello es necesario el cumplimiento de las obligaciones de los otros cuatro pilares.

Prière de Tarawih dans la Grande Mosquée de Kairouan. Ramadan 2012

La Oración

La oración o azalá es el segundo pilar del islam. Cada musulmán debe rezar cinco veces al día en dirección a La Meca.

Antes de rezar, el musulmán debe efectuar las abluciones. La ablución menor, que es la habitual, consiste en el lavado de cara, manos, cabeza y pies. La ablución mayor, requerida en algunos casos, consiste en el lavado completo del cuerpo. Las mezquitas tienen un lugar, generalmente un patio, donde realizar este lavado ritual. En caso de no disponer de agua, puede practicarse la llamada "ablución seca", frotándose con arena limpia.

No es necesario efectuar el rezo en la mezquita, pues el islam considera toda la tierra igualmente sagrada. Se acude a la mezquita cuando se quiere realizar la oración colectivamente, sobre todo los viernes y en determinadas fechas señaladas. Para rezar los musulmanes se descalzan y, sobre todo fuera de las mezquitas, se sitúan sobre una alfombrilla especial o un trozo de tela u otro material que la sustituya.

Kabaa
La Ka'aba en la Meca en Arabia Saudita

La oración se hace en dirección a La Meca, centro espiritual del islam, y dentro de ésta hacia la Kaaba, templo situado en el centro de la mezquita mayor de la ciudad. La dirección hacia la cual se mira al rezar se llama en árabe al qibla, palabra que ha dado el castellano "alquibla". En las mezquitas una hornacina indica la dirección de La Meca, y fuera de ésta el creyente tiene que buscar la dirección aproximada guiándose por los puntos cardinales. En los primeros tiempos del islam, todavía en vida de Mahoma, se rezaba mirando hacia Jerusalén.

La oración consiste en la recitación de determinadas fórmulas y versículos del Corán, acompañada de una serie de inclinaciones.

A continuación se describen las oraciones diarias, con las indicaciones tradicionales para saber cuándo deben hacerse. La mayoría de los musulmanes, sin embargo, se guían por las llamadas a la oración que se hacen desde las mezquitas. Suelen editarse también calendarios que indican las horas propicias para efectuar las oraciones cada día del año en función del lugar donde el musulmán se encuentre.

1. Oración del alba: Se hace en el momento de transición entre la noche y el día.
2. Oración del mediodía: Se hace antes de que el sol haya recorrido la mitad del camino que separa el cénit del poniente.
3. Oración de la tarde: En la segunda mitad de la tarde. Se toma como referencia el color del sol: debe hacerse antes de que el astro adquiera un tono anaranjado.
4. Oración de la puesta de sol: Poco después del ocaso.
5. Oración de la noche: Durante la noche cerrada, al menos una hora y media después de la puesta de sol.

La Limosna

La limosna o azaque es el tercer pilar del islam. El Corán se refiere a ella en más de 80 ocasiones.

Los musulmanes deben dar cada año una limosna a las personas más pobres de su comunidad, empezando por familiares y vecinos. El montante del azaque se establece idealmente en una cuadragésima parte de los ahorros (es decir, 2,5 %) siempre y cuando éstos superen determinada cantidad. La limosna puede hacerse en dinero y en especie: no sólo las rentas económicas son computables, sino también el ganado, las mercancías, los minerales extraídos, los frutos y los cereales.

Las finalidades de la limosna son, según la doctrina musulmana, limitar la acumulación de riquezas, purificar el alma de la avaricia y la codicia, ayudar a los pobres y necesitados, crear espíritu de comunidad y ayudar a la creación de obras de utilidad pública como escuelas u hospitales.

Los beneficiarios de la limosna son, en primer lugar, las personas incapaces de asegurar su subsistencia. También se benefician de la misma los recaudadores de la propia limosna, por el trabajo realizado; las personas convertidas recientemente al islam, sobre todo si tienen cierta influencia en su entorno; las personas endeudadas incapaces de hacer frente a sus deudas; los musulmanes que están lejos de sus hogares y no tienen medios para volver y, cuando existía la esclavitud, los esclavos, pues con la limosna compraban su libertad.

El ayuno

Ramadaan

El ayuno o sawm del mes de ramadán, es el cuarto pilar del islam y una de las características del islam más conocidas entre los no musulmanes. La palabra "ramadán" designa, fuera de la lengua árabe, más el propio ayuno que el mes.

Modifica sensiblemente la vida de los musulmanes mientras dura: Se vive más de noche y la familia se junta para compartir la ruptura del ayuno. Suele ser el momento de regresar al hogar para los que viven lejos. También cambia la alimentación y se preparan alimentos específicos de gran aporte energético.

Tiene siete condiciones:

1. Estar atento al comienzo del mes siguiendo las fases de la luna.

2. La intención. El musulmán debe hacer un acto de intención la primera noche que precede al ayuno (cada noche en la opinión de los más exigentes) para hacer válido el ayuno. La intención consiste en que tome claramente la decisión de ayunar al día siguiente (o el resto del mes según los que no exigen una intención diaria) cumpliendo con la obligación de guardar ramadán. La intención debe ser concreta: no basta con decidir ayunar, sino cumplir estrictamente con el ritual del ayuno de ramadán.

3. Abstenerse de hacer llegar algo a propósito al estómago sabiendo que se está en ayunas. Ingerir algo, sólido o líquido, anula el ayuno. Como "beber" y "fumar" se dicen igual en árabe, se entiende que la abstención incluye el tabaco. Si no se hace a propósito o si se hace por olvido, no anulan la validez del ayuno. Hay que estar pendiente del momento exacto en que comienza el ayuno cada día para no ingerir nada en la barrera que separa el tiempo de comer y el tiempo de ayunar, así como al final con la puesta del sol para no romper el ayuno antes de su momento exacto, pues ello anula su validez.

4. Abstenerse de mantener relaciones sexuales durante el ayuno. El ŷimā‘ se refiere a la penetración, aunque no haya placer sexual ni eyaculación. Si la relación sexual tiene lugar durante la noche y se amanece sin haber hecho antes la ablución mayor, el estado de ŷanāba (el que deriva de haber mantenido relaciones sexuales) no anula la validez del ayuno.

5. Abstenerse de la masturbación. Provocar una eyaculación durante el día anula la validez del ayuno.

6. Abstenerse de provocarse vómitos. El vómito no premeditado no anula el ayuno, si bien se debe procurar expulsarlo bien, evitando volver a tragarlo. Tragar las mucosidades que se generen en los pulmones o en la garganta no anula el ayuno, porque es prácticamente inevitable.

7. No agredir tanto verbalmente como físicamente al prójimo.

Están exentos de cumplir con el ayuno los enfermos, los viajeros, niños, embarazadas y mujeres con el periodo.

A packed house - Flickr - Al Jazeera English800x600x300

La peregrinación a La Meca

El hajg o hayy es el quinto pilar del islam. El musulmán debe peregrinar al menos una vez en la vida a la ciudad de La Meca, siempre y cuando tenga los medios económicos y las condiciones de salud necesarias.

Se realiza durante el mes de du-l-higga: ‘El de la peregrinación’, duodécimo del calendario musulmán. Existen peregrinaciones menores que pueden hacerse en otros momentos.

El ritual de la peregrinación varía ligeramente según se viva en la región de La Meca o se venga de fuera, particularmente el de la sacralización o ihrām, que se hacen a la entrada del territorio sagrado. También las escuelas jurídicas del islam marcan sus propios matices. En términos generales, dura cinco días. Tras una primera visita a la Mezquita Al-Haram, donde se circunvala la Kaaba y se bebe agua del Pozo de Zamzam, los peregrinos se dirigen a la localidad de Mina, a las afueras de la ciudad.

El día siguiente parten hacia el monte Arafat, a 20 km de La Meca, y el tercer día vuelven a Mina. De Mina se regresa a La Meca, pasando antes por un lugar donde se realiza el conocido ritual de apedrear tres pilares de mampostería que representan al Diablo. El resto de rituales se realizan de nuevo en la Ciudad Santa.

A menudo los peregrinos aprovechan la peregrinación para hacer a continuación una visita a la ciudad de Medina, donde están enterrados Mahoma y otros fundadores del islam.

Quienes han realizado la peregrinación pueden usar en adelante el tratamiento honorífico de "peregrino" antepuesto al nombre.

Maqam Ibrahim 2008

¿Quiénes deben practicar el Ramadán?

El ayuno es, según los preceptos islámicos, deber del musulmán adulto, sano de juicio, saludable, residente (que no esté viajando), bien sea hombre o mujer.

En lo que respecta a la mujer, debe estar fuera de la menstruación y del puerperio. Por lo tanto, no debe ayunar el enfermo mental, ni el menor, ni la mujer durante la menstruación o puerperio, así como la embarazada, la mujer que está amamantando que teme por su pequeño, ni los ancianos débiles, entre otros.

Los menores de edad —según las definiciones islámicas— no están obligados a ayunar, pero los musulmanes aconsejan a los padres que los animen a hacerlo para que se acostumbren y lo puedan practicar sin mucha dificultad cuando sean mayores. Lógicamente, tienen que estar sanos y poder hacerlo sin repercusiones adversas.



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Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ramad%C3%A1n
https://es.wikipedia.org/wiki/Ramad%C3%A1n_(mes_del_calendario)
https://es.wikipedia.org/wiki/Pilares_del_islam
https://es.wikipedia.org/wiki/Iftar
https://es.wikipedia.org/wiki/Suhoor

Foros:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3AAn_Iranian_iftar_meal_(3).jpg



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